Por Ricardo Muñoz Molina:
La pesca de arrastre es aquella la cual consiste principalmente en el uso de una red en forma de calcetín, que se remolca desde una embarcación manteniéndola abierta con el objetivo de atrapar la mayor cantidad de peces posibles, la mayoría de veces sin importar las especies de peces que pueden llegar a ser atrapadas.
La utilización de este método de pesca, sin embargo, ha provocado gran problemática ambiental en los lugares donde es practicada. Entre los principales problemas se pueden mencionar:
a) Daño causado a especies que no tienen relación con el negocio pesquero: A la hora de la práctica de la pesca de arrastre, debido al método utilizado del uso de una red, no solo las especies de peces que tienen que ver con el negocio pesquero. Así a la hora de realizar el arrastre de las redes, elementos del biosistema marino son arrastrados dentro de la misma red o bien son gravemente dañados por el proceso. Esto hace que este tipo de pesca sea poco selectiva y por el tipo de metodología es muy difícil evitar el daño a otras especies.
“La pesca de arrastre en alta mar, a lo largo de la margen continental, generalmente implica remolcar una red directamente a lo largo del fondo del mar durante varias horas, durante las cuales esta red está en contacto casi continuo con el fondo del océano.” (Austermühle, 2005)
Según, Buschmann, et al, 2004, por el diseño de las redes que se usan en esta práctica, se da el aplastamiento y destrucción de todo organismo que se cruza en el curso de estas. Entre dichos organismos se pueden mencionar algas, plantas marinas, anemonas, esponjas, entre otros. Incluso animales más grandes tales como gusanos marinos, erizos marinos, tortugas, crustáceos, e incluso ciertos tipos de aves pueden llegar a verse atrapados en el proceso del arrastre. Otra manera indirecta en la que esta práctica afecta a otros organismos, es que las redes al remover y escarbar en el fondo, destruyen el refugio de diversos organismos que se encuentran enterrados en el suelo y por lo tanto quedan visualmente expuestos a sus depredadores.
b) Daño en general a todo el hábitat marino: Organismos tales como las esponjas y los corales son esenciales para el mantenimiento del equilibrio y de la vida en los ecosistemas marinos. Estos 2 organismos son los que se encargan de conformar los arrecifes de corales, los cuáles son el hábitat de miles de peces y otras especies, por lo que son los responsables de mantener la biodiversidad en el ecosistema.
Por lo tanto, la destrucción de estas estructuras por obra de la pesca de arrastre provoca grandes desastres ecológicos, pues se está acabando con el hogar de múltiples especies de animales y al mismo tiempo se está rompiendo el equilibrio ecológico que las especies que habitan en los arrecifes se encargan de mantener.
c) Repercusiones en las especies de depredadores: Como se mencionó anteriormente, la destrucción del equilibrio ecológico que produce la pesca de arrastre, también ocasiona importantes consecuencias en los depredadores del mar. Esto sucede debido a que al verse reducidas las especies de peces de los cuáles estos depredadores se alimentan, del mismo modo ellos se van quedando sin fuente de alimento, por lo que las poblaciones de depredadores se ven reducidas.
Estas especies no solo se han visto afectadas en su población, sino que también en su tamaño. Según, Aguilar, 2008, con el pasar de los años y la reducción de sus fuentes de alimento, los peces predadores hoy en día han alcanzado su cima alrededor de un quinto a la mitad del tamaño que solían tener años atrás, cuando las especies de los que estos se alimentaban eran más abundantes.
Ejemplificando lo antes mencionado está el hecho de que ciertas especies tales como el pez sierra y el pez vela han reducido su población alrededor del mundo hasta en un 90% en los últimos 50 años, la mayor parte debido a las consecuencias de la pesca de arrastre.
d) Explotación pesquera desmedida: Este problema no es exclusivo de este tipo de pesca, sin embargo el método que se usa en ella puede llegar a afectar de mayor manera al ecosistema.
Según Austermühle, 2005, las especies de alta mar son consideradas de larga vida, lento crecimiento, lenta reproducción, baja fecundidad y por lo tanto más vulnerables a la explotación. Por esta razón, una solo pasada de una red de arrastre puede atrapar inmensas cantidades de peces que al ser tan rápidamente capturados y depredados, van a tener una muy lenta y complicada recuperación. La recuperación de ciertas especies para volver a una población normal puede llevar hasta 10 años. Esto también significa que si la pesca de una sola especie es muy constante en distintas zonas, se estaría poniendo a dicha especie en grave peligro de desaparecer de esas regiones e incluso se puede llegar a dar una extinción a nivel global de la especie.
Bibliografía:
· Austermühle, S. (2005). Protejamos al mar profundo Pesca de arrastre, I edición. Deep Sea Conservation Coalition. Perú
· Buschmann, A. Astudillo, C. (2004). Pesca de arrastre, Arrasando la vida marina. Oceana. Santiago de Chile.
· Aguilar, C. (2008). Pesca de arrastre. Recuperado el 3 de marzo de 2011 de http://www.slideshare.net/crimaco/pesca-de-arrastre-1066315
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